top of page

NICOLAS WINDING REFN Y UNA HISTORIA REAL

  • Foto del escritor: Samuel Lema
    Samuel Lema
  • 9 mar 2018
  • 8 Min. de lectura

Lenny: te gusta Steven Seagal y no Bruce Lee...

Leo: …

Lenny: eso es lo que estás diciendo...

Leo: sólo digo que Seagal es mejor.

Lenny: sí... Dices que Seagal es mejor. Está gordo... eso es todo.

Leo: corta el rollo, está fuerte... Bien constituído....

Lenny: venga ya...

Leo: es la verdad!

Lenny: es un bulto! (…) Está gordo...

Leo: te la has follado?

Lenny: qué...? (...)

Leo: ...en la que estás pensando... (…) De que hablasteis?

Lenny: eeeh..de todo un poco..., de películas, creo... (…)

Leo: entonces hablaste tú solo... (…)

Lenny: ….

Leo: No te la follaste. Ni siquiera la tocaste... (…) Eres anormal.


Leo está gordo y, además de susceptible, es imbécil (1).


No llevaba mucho tiempo en la ciudad y ya tenía ganas de meter unos tiros.


Cuando llegó a la plaza lo primero que atrajo su atención fue una estatua exenta esculpida en honor al compositor brasileño Carlos Gomes (2). Guardó sus auriculares en el bolsillo y desconectó el reproductor portátil. Observó detenidamente la estatua mientras se secaba el sudor de la frente con el dorso de la mano, el calor comenzaba a ser sofocante. Quizás la obertura de El Guaraní le hubiese quedado de puta madre a “Valhalla Rising” (3)... Hmmmm.... Mejor a “Aguirre” (4)... Por qué cojones todos los compositores tienen el puto pelo largo?



Y comenzó a llover con inusitada fuerza, algo típico en aquella época del año.

El adoquinado que empedraba el pavimento se convirtió en una peligrosa trampa resbaladiza. Empapado, oteó a su alrededor. A su derecha se erigía con cierto aire decadente un precioso edificio colonial de color azul celeste, conformado por tres cuerpos horizontales, sobrios, separados por sendas repisas apoyadas en canecillos. Tanto estos como las dovelas que conformaban los arcos de medio punto de los ventanales estaban encalados y desconchados, así como la clave central, que remataba en una especie de pináculo adosado al muro. Todo aquel clasicismo espurio se evaporaba al llegar a la planta baja donde se ubicaba un lanchonete (5) de mala muerte. Desplazándose con sumo cuidado, sobre las puntas de los pies, se refugió del aguacero tropical bajo el toldo verde que protegía la terraza del tugurio. Extrajo un papel del bolsillo de la camisa. La tinta azul teñía casi al completo su superficie, aún así se llegaba a distinguir el nombre de una dirección: Rua do Sacramento, nº 2, Baixo. Allí era.


El ambiente se le antojaba un tanto peculiar; fuera, resguardados bajo el toldo, los chicos con los chicos y las chicas con las chicas, al revés de lo que pregonaban Los Bravos. Y en el interior, un poco de todo: chaperos, prostitutas, ancianos mulatos con sus gorras caladas hasta el puente de la nariz, jóvenes bebiendo cerveza... Se apoyó en la barra, pidió una Skol y esperó. Al fondo de la barra un hombre tiznado como el carbón, con los ojos en blanco y babeando, oscilaba adelante y atrás sin soltar su cerveza, como el letrero del “Almirante Bembow” (6), meciéndose al amparo de la brisa del mar. Puta mierda, puto calor, medio litro de cerveza caliente como el pis, y esto lleno de “colgaos”.


Uno de los viejos se acercó a él.

-Americano?

-Nâo... Turco.

-Aaaah, “turco”... PKK, Ocalan, hehehe... Quanto você quer?

-Dois gramas...

-60 reais...


Sabía que le estaba pidiendo el doble de su precio. Le dio el dinero. El viejo deslizó subrepticiamente su mano enjuta y arrugada en el interior del bolsillo de su pantalón introduciéndole un cartoncito perfectamente doblado. Se dio la vuelta y se fue. El extranjero tanteó con su mano el pequeño bulto. Dio un trago a la cerveza. Un hombre de unos treinta y tantos se le aproximó, se sentó en un taburete y pidió una cerveza.


-Você me convidar?

-Eh?... Sim, claro.

-Americano?

-Nâo..., espanhol.

-Aaaah... espanhol... Você mora aqui?

-Em Sâo Paulo... Desculpe-me um momento, eu tenho que ir ao “banheiro”...


Cerró la puerta con el viejo pasador oxidado. Vació una pequeña parte del contenido del cartón sobre la tapa de mármol de la cisterna y con inusitada destreza “esbozó” un raya con su VISA. Enrolló un billete de cien reais y la esnifó. En ese mismo instante alguien golpeó la puerta con violencia haciendo saltar el viejo pasador y parte de los goznes, golpeando su espalda con el marco astillado de la puerta. El hombre de treinta y tantos, se plantó delante de él, ansioso y titubeante, a la vez que escondía amenazadoramente su mano derecha en el interior de la pechera de su chaqueta raída.


-Você me dê isso...

-Eu não tenho máis nada. Tome ...- le pasa el cartón. El hombre escudriña el contenido y guarda la papelina en el bolsillo del pantalón.

-Você tem que ter mais dinheiro, eu preciso do seu dinheiro...- su nerviosismo iba en aumento. El hombre no parecía estar en sus cabales. Tras unos instantes de tenso silencio el extranjero le dijo:

-Você viu “Drive”?

-“Drive”? Foooda-se... Não vi...




El extranjero comenzó a explicarle que Drive «es una película de un director danés, europeo, del norte...., bah! Qué cojones!..., su nombre es Nicolas Winding Refn y Drive es su última película, quizás un poco vendida al espectáculo hollywoodiense pero conservando el regusto del cine de género, dejándose llevar por cierto postmodernismo noventero. Sabías que “Una historia de Violencia” (7) de Cronenberg es una novela gráfica (8) de tres pares de cojones....? Ni puta idea... Puto neoclasicismo narrativo, entiendes? y Drive tiene ese tono. Decía Lenny: “a quién prefieres a Charles Bronson o a Franco Nero?”Y Leo respondía: “todos usaban armas de fuego, pistolas, como todos los demás. Era algo atemporal. Después de todo estamos en los noventa”. Lenny contestó: “sí.”»



«Ryan Gosling es Bullit (9). Va de un conductor especialista de cine, mecánico de día, y delincuente en sus horas muertas. Un día se enamora y todo se lía. Amor y Principios férreos. Como el Príncipe Valiente (10) pero en vez de amaneramiento el protagonista de Drive lleva un palillo en la boca y, te lo aseguro, cicatea sus muestras de amor físico, un puto beso en toda la película, un puto beso. Pusher (11) es su primera película, mi preferida, violenta, como todas, gracias a Dios, y quizás la que parte de una premisa temática más clara, la deuda, y la cuenta atrás que consecuentemente le sigue.


Cine de emociones, de silencios y de tensión dramática, de capacidad formal de guerrilla, violenta. Tan postmoderna como hiperrealista, anticipando el in crescendo de Bleeder, en la tradición de personajes que son llevados al límite como Donald Pleasence en Cul-de-Sac de Polanski, Michael Douglas en Falling Down de Joel Schumacher, o Dustin Hoffmann en Straw Dogs de Sam Peckinpah.


A ratos fascista, a ratos violenta. Todo hiperfalocéntrico. En Bleeder los fundidos en rojo anticipan un final dramático, una constante en el director danés, al igual que sucede en la videoclipera y fallida Bronson (12) acariciando el subgénero, otra vez postmoderno, del psicópata, adentrándose en las procelosas aguas del antihéroe, anticlásico, sin motivación interna, sin conflicto interno, convertido en una estrella del sistema, como Mickey y Mallory Knox (13), como Benoit Poelvedere (14) perseguido por un equipo de rodaje.


En Bleeder hay cierta querencia por la metanarratividad cinematográfica, algo que queda en lo estéticamente anecdótico, como en el seguimiento en estativo, virado a rojo, de los corredores del videoclub tapizado de cintas VHS mientras suena la Pasión según San Mateo de Bach, la parte en la que el coro entona el "Wir setzen uns mit Tränen nieder...". Violencia y melancolía juntas.»


«Valhalla Rising nos devuelve de nuevo a los fundidos en rojo, a lo pesadillesco, entre Aguirre la Cólera de Dios de Herzog y las pajas mentales que Gus van Sant se montó con Gerry. De la utilización del 16 mm. (Pusher) y el 35 mm. anamórfico (Bleeder) y las focales forzadas rompiendo y quebrando perspectivas, pervirtiendo cualquier atisbo de geometría formal convencional: ópticas del 16, del 24, a la combinación del grano cinematográfico y el píxel digital (Drive).»



Eso era para él Nicolas Winding Refn. Eso, y todo el camino que separaba a Kim Bodnia, a Mads Mikkelsen, y a Zlatko Buric de Ryan Gosling. Él se quedaba con los dos primeros. Me gustan los inicios, las presentaciones de personajes largas, no las americanas que duran 5 minutos, con el incidente incitador, dos trazos gruesos y... Hala! Ya tenemos el mecanismo en marcha, ahora todo son hostias...., los giros de situación extensos; en Drive los objetivo del protagonista se intercambian constantemente hasta que se define en el mid point, y aún así entretiene. Sabías que la música lleva el sello de Angelo Baladamentti? El de Twin Peaks... La verdad es que fue un error, pusieron ese nombre para rellenar el vacío, pues el artífice de la música en Drive, Cliff Martínez, se unió al equipo un mes antes del estreno en Cannes.



Cuando se dio cuenta la barra estaba repleta de cervezas. Su corazón acelerado amenazaba con salirse de la caja torácica, reventando las costillas, preparado para salpicar a todo el mundo. Tenía la boca seca y restos de saliva blanquecina asomaban en la comisura de sus labios. Pidió otra Skol, inspiró una enorme bocanada de aire, y bajó media cerveza de un solo trago. El hombre de treinta y tantos se llevó de nuevo la mano al interior de la pechera de la chaqueta, el extranjero contuvo la respiración y exhaló un suspiro de alivio al ver como el hombre le ofrecía un bolígrafo y un papel.


-Você pode apontar todos os filmes sobre o papel?


Mientras escribía el nombre de las películas que había mencionado, el hombre le comentó que trabajaba como acomodador en el cineclub del barrio. Al final de cada proyección se organizaba un coloquio; le encantaría intervenir en las discusiones en las que se enzarzaban los estudiantes pero no tenía nada que decir ni aportar. Prometió verse toda la filmografía de Nicolas Winding Refn, y cuando el extranjero le extendió la nota repleta de nombres, directores, guionistas y productores, al hombre se le iluminó la cara, desplazó el taburete hacia atrás poniéndose de pie de un saltito y abrazó al extranjero. Mientras lo abrazaba y le agradecía vehementemente la información, el extranjero deslizó su mano hasta el bolsillo de la chaqueta de aquel hombre, agarró la papelina y cerró el puño.


Al otro extremo de la barra el hombre tiznado comenzó a convulsionarse y a expulsar espuma por la boca, cayendo al suelo con estrépito. El hombre de treinta y tantos se desembarazó del cuerpo del extranjero, se abalanzó sobre el hombre tiznado poniéndose a horcajadas sobre su pecho y comenzó a golpearle el tórax con extrema violencia. Supongo que querrá salvarle la vida..., joder... qué bizarrada.


El extranjero dejó un billete de 10 reais sobre la barra y furtivamente desapareció entre la multitud que trataba de impedir las consecuencias funestas que podría provocar el arrebato heroico del hombre de treinta y tantos.

Una vez afuera, ya la tormenta había amainado y el sol despuntaba entre los nubarrones grises, se colocó los auriculares y conectó el reproductor. En su interior retumbaban las notas de una melodía:


Real a human being

And a real hero

Back against the wall and odds

With the strength of a will and a cause

Your pursuits are called outstanding (...)

(1) Diálogo entre Leo (Kim Bodnia) y Lenny (Mads Mikkelson) extraído de la película Bleeder (1999, N. Winding Refn).

(2) Compositor brasileño que obtuvo un notable éxito en Europa, llegándose a representar su ópera, El Guaraní, en el Teatro alla Scala de Milán.

(3) Valhalla Rising (2009, N. Winding Refn, 2009) protagonizada por Mads Mikkelsen (One Eye).

(4) Aguirre la Cólera de Dios (Werner Herzog, 1972) protagonizada por Klaus Kinski.

(5) En brasileiro, cafetería.

(6) Posada donde se alojaba Billy Bones en La Isla del Tesoro de Robert. L. Stevenson.

(7) Una Historia de Violencia (D. Cronenberg, 2005).

(8) Una Historia Violenta escrita por John Wagner e ilustrada por Vincent Locke en 1997.

(9) Bullit (Peter Yates, 1968) protagonizada por Steve McQueen

(10) El Príncipe Valiente (Prince Valiant in the Days of King Arthur) de Harold Foster, creada en 1937. Se dice que el rostro del protagonista era un representación de un rostro femenino real.

(11) Pusher (N. Winding Refn, 1996)

(12) Bronson (N. Winding Refn, 2008)

(13) Woody Harrelson y Juliette Lewis en Natural Born Killers (Oliver Stone, 1994)

(14) Protagonista de Ocurrió Cerca de su Casa (Rémy Belvaux, André Bonzel, Benoît Poelvoorde, 1992), en la que un equipo de documental sigue las correrías de un psicópata.

Comments


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page